Comunicado acerca del ERE en BT
Ha concluido el mes de consultas que establece la ley para los Expedientes de Regulación de Empleo, que en este caso se presentó para los trabajadores del proyecto BT no sólo como un ataque a 82 puestos de trabajo sino también como una precarización en más de un 12% de media del salario de los supervivientes (unos 200 trabajadores). Es difícil resumir todo lo que ha pasado en estos 30 días, pero vamos a intentarlo para, sobretodo, intentar aclarar su final: el acuerdo alcanzado con Dirección y la consiguiente desconvocatoria de la huelga.

Después de que durante las dos primeras semanas del periodo de consultas la empresa se sentara en la mesa de negociación a verlas venir y hacernos perder el tiempo a todos intentando justificarse con cifras hechas a medida, los Comités se presentaron en el SIMA (centro de mediación por el que hay que pasar para convocar legalmente una huelga) para intentar desbloquear la situación.

Durante todo este tiempo, la Empresa se dedicó a desinformar a través de los coordinadores del proyecto y a amenazar a todos los trabajadores con una rescisión total del contrato en caso de huelga. También intentó puentear a los comités mediante negociaciones informales directas con los trabajadores. Con todo esto, los trabajadores aguantaron el pulso y, en asamblea, decidieron (por unanimidad en Barcelona y por mayoría aplastante en Madrid) ir a la huelga e ignorar la actitud prepotente de la empresa rechazando la propuesta surgida de las reuniones del SIMA que evidenciaba la intención de la empresa de precarizar los puestos de trabajo con bajadas salariales de hasta el 15% (más la eliminación de la retribución variable).

En la última semana de consultas, presionados por la huelga inminente y por el cliente BT (responsable en primer término de todo este desaguisado), los abogados de Dirección se pusieron en contacto con los Comités aceptando las condiciones iniciales que se habían planteado en el SIMA y dentro del margen acordado por los trabajadores en una de las asambleas iniciales (30 días de indemnización, bajada no superior a un 5%).

En una asamblea el pasado jueves 24, Barcelona por unanimidad y Madrid por una amplia mayoría, decidieron aceptar las condiciones de la empresa, a sabiendas que esta ley antisocial y antisindical que rige desde hace 3 meses las relaciones laborales, coloca a las empresas por encima de sus trabajadores, y que en caso que no se alcance ningún acuerdo, les permite ejecutar el ERE en las condiciones inicialmente planteadas.

El acuerdo que pone fin al periodo de consultas ha sido asumido por los Comités y por la mayoría de los trabajadores como un mal menor. Finalmente, de los 82 despidos iniciales con 20 días de indemnización y 12 mensualidades de tope se ha bajado a 65 con 30 días y 18 mensualidades, y de una media del 12% de bajada de sueldo para el colectivo que se queda en la empresa se ha rebajado a un 5 %.

Con todo, hay una percepción clara de que esta ha sido una agresión contra los trabajadores y sus condiciones de empleo totalmente injustificada, aún más cuando se advierte que la ley no sólo la ha permitido sino que incluso la ha promovido.

Atrás quedan también muchas consideraciones y debates sobre todo lo que la empresa ha puesto sobre la mesa para justificar lo injustificable: un planteamiento económico absurdo que nadie ha llegado a creer en ningún momento (anotad el concepto, porque da risa: proyectos a resultado 0), el cinismo del “esfuerzo por el empleo”, la estrategia de precarizar a cambio de bajar despidos y un buen montón de negativas a propuestas de los trabajadores para minimizar el impacto del ERE (suspensiones temporales, teletrabajo, recolocaciones...).

Que quede claro que si todo esto no ha terminado aún peor, ha sido gracias a los trabajadores y a su fortaleza al aguantar el pulso con la empresa. Se han aprendido bastantes cosas durante esta experiencia nefasta, pero la principal enseñanza es que la nueva reforma laboral aboca cualquier negociación al ámbito de la movilización y el conflicto social (sólo eso ha surtido algún efecto), y que si Ibermática quiere seguir aplicando esta ley para sanear sus números, tendrá que asumir las consecuencias. 

Comentarios

  1. Con todo esto, la sensación que da es que se pretendía precarizar en exceso a lso trabajadores, que se iba a echar a más gente de la que inicialmente se ha planteado en el acuerdo, y que encima los porcentajes de reducción son menores...

    Esto trasladado a números quiere decir que todavía se mantienen los márgenes para que la "cuenta" sea rentable...

    ¿Quien se lleva esa pasta?. ¿La alta dirección va a seguir doblándose el sueldo como lo ha hecho hasta ahora, mientras otra gente quee no llega a 12.000€ brutos se els quita un 5% de su sueldo?.

    G U I L L O T I N A.

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